31 de agosto de 2007

La última entrevista.


Diana de Gales
Diana de Gales

En 1995, la Princesa Diana de Gales concedió una entrevista a la BBC que llegó a ser considerada una de las mejores del siglo XX. En ella, Lady Di habló de la infidelidad de su marido, Carlos de Inglaterra con Camila Parker-Bowles y admitió su relación con el mayor de caballería James Hewitt.
Cuando se cumplen 10 años de su muerte, ABC recupera parte de aquella conversación que hizo historia.

—Su Alteza Real, ¿estaba preparada para la presión que implica formar parte de la Familia Real?
—Con 19 años, uno cree que está preparado para todo y que sabe exactamente qué es lo que va a ocurrir. Pero aunque las perspectivas me desalentaron al principio, sentía que contaba con el apoyo de mi marido.

—¿Cómo esperaba que sería su vida de casada?
—Supongo que como en cualquier matrimonio. Cuando tienes padres divorciados como yo quieres trabajar más para que el matrimonio funcione e intentas evitar caer en el mismo error que has visto en tu familia.

—Al principio, ¿diría que eran un matrimonio feliz?
—Mucho. Pero la presión que soportábamos como pareja en relación a los medios era demasiado grande, y mucha gente nos malinterpretaba. Por ejemplo, cuando una vez estábamos recorriendo Australia, podías oír a la gente decir: «¡Oh!, ella está ahí». Si eres un hombre, un hombre orgulloso como mi marido, acaba molestándote oír eso día tras día.

—¿La gente prefería acercarse a usted antes que a su marido?
—Sí, y eso es algo con lo que no me sentía cómoda. No me parecía correcto.
—¿Cuál fue su reacción cuando supo que su primer hijo era un niño?
—Sentí un gran alivio . Sentí como si el país entero fuera a parir conmigo. Un gran alivio.

—¿Cual fue la reacción de la Familia Real ante su depresión posparto?
—Creo que, en esta familia, he sido la primera persona que ha sufrido una depresión o ha llorado abiertamente. Y obviamente, pare ellos fue desalentador, porque si nunca has tenido que tratar con una persona deprimida, ¿cómo vas a soportarlo?

—¿Cómo afectó esa depresión a su matrimonio?
—La nueva situación hizo que se me pusiera una etiqueta. «Diana es inestable y está mentalmente desequilibrada». Y desafortunadamente esa etiqueta ha reaparecido en otras ocasiones.

—Según la prensa, fue durante aquellos días cuando intentó quitarse la vida.
—Mmm. Cuando nadie te escucha o por lo menos crees que nadie lo hace esas cosas empiezan a ocurrir. Por ejemplo, cuando tienes tanto dolor en tu interior, intentas hacerte daño como forma de pedir ayuda, pero ésa no es la ayuda que en realidad necesitas. La gente cree que son lloriqueos para llamar la atención, y piensan eso porque estás en los medios todo el rato, porque creen que ya tienes la suficiente atención. (...) Sí, me hice daño a mí misma porque no me sentía bien conmigo y porque estaba avergonzada por no poder soportar la presión.

—¿Cuál fue la reacción de su marido cuando empezó a hacerse daño?
—Bueno, en realidad nunca lo hice delante de él. Pero obviamente alguien que ama a otra persona se preocuparía mucho por ello.

—¿Él entendía qué había detrás de esos actos de autolesión?
—No. Pero en ese momento muy pocos se tomaron el tiempo necesario para ver eso.

—Cuando superó esa depresión, comenzó a sufrir bulimia.
—Sí, durante varios años fue mi enfermedad secreta.

—¿Cuál fue la cusa?
—El hecho de que mi marido y yo tuviésemos que permanecer unidos para no decepcionar a la gente, cuando era obvio que había mucha ansiedad dentro de las cuatro paredes de nuestro hogar. La bulimia fue mi mecanismo de defensa. Y durante un tiempo, funcionó.

—En un libro, James Hewitt declaró que tenía una relación muy cercana con usted desde 1989. ¿Cómo era esa relación?
—Él fue un gran apoyo en momentos difíciles, siempre me apoyaba. Quedé totalmente frustada cuando ese libro apareció, porque confiaba en él, y porque, otra vez, me preocupaba la reacción de mis hijos. Sí, había evidencias en el libro, pero muchas de ellas no se correspondían con lo que ocurrió en realidad.

—¿A qué se refiere?
—Había mucha fantasía en ese libro, y fue muy frustante para mí que un amigo mío, en el que confiaba, hiciera dinero a mi costa.

—¿Fue vuestra relación más allá de una buena amistad?
—Sí.

—¿Fue infiel?
—Sí, yo le adoraba. Estaba enamorada de él. Pero es que estaba muy decepcionada.

—En 1986 su marido volvió a su relación con Camilla Parker-Bowles. ¿Lo supo en ese momento?
—Sí, pero no estaba en condiciones de hacer nada.

—¿Cómo influyó eso en su vida?
—Fue devastador. Bulimia galopante, desesperanza, y sentimientos de que no era útil en ningún aspecto.

—Pero, ¿cómo lo supo?
—Por los cambios en el comportamiento de mi marido... Por un montón de detalles que sólo capta el instinto femenino.

—¿Cree que Parker-Bowles fue el factor que desencadenó el fracaso de su matrimonio?
—Bueno, éramos tres en mi matrimonio, y eso es una multitud.