Este es mi blog, caótico e imprevisible como la vida misma, escrito por una persona tierna, sensible, romántica, atormentada e infeliz.
10 de agosto de 2005
4 de agosto de 2005
La camisa negra
Un día me dijiste, que no debía ver las cosas de manera tan negativa, que el mundo era algo bello y que ojalá algún día pudiera verlo así.
Estar metida en un pozo lleno de lodo, es duro, pero si alguien te saca un poco de él, y sin motivo ni razón te vuelve a soltar, es peor aún, prefiero estar sola a que jueguen conmigo.
Nunca he confiado demasiado en la gente, es una mera protección para que nadie me haga daño, soy demasiado sensible, confié en ti, y de la noche a la mañana has desaparecido sin dar explicaciones, esta falta de noticias me duele, no conozco la causa ni el motivo, hubiera preferido que alto y claro me hubieras mandado a freir espárragos y reafirma mi teoría de que odio este mundo, yo no estoy hecha para él y no él no está hecho para mi.
Pienso en las muchisimas cosas que nos dijimos, y de un plumazo parece que lo has olvidado todo, yo nunca hablo por hablar, no miento, pensé que tu tampoco, y veo que me he equivocado.
Querías ayudarme y al final me has hundido más todavía, gracias por el detalle.
Que maldita, mala suerte la mía, que aquel día te encontré...
Estar metida en un pozo lleno de lodo, es duro, pero si alguien te saca un poco de él, y sin motivo ni razón te vuelve a soltar, es peor aún, prefiero estar sola a que jueguen conmigo.
Nunca he confiado demasiado en la gente, es una mera protección para que nadie me haga daño, soy demasiado sensible, confié en ti, y de la noche a la mañana has desaparecido sin dar explicaciones, esta falta de noticias me duele, no conozco la causa ni el motivo, hubiera preferido que alto y claro me hubieras mandado a freir espárragos y reafirma mi teoría de que odio este mundo, yo no estoy hecha para él y no él no está hecho para mi.
Pienso en las muchisimas cosas que nos dijimos, y de un plumazo parece que lo has olvidado todo, yo nunca hablo por hablar, no miento, pensé que tu tampoco, y veo que me he equivocado.
Querías ayudarme y al final me has hundido más todavía, gracias por el detalle.
Que maldita, mala suerte la mía, que aquel día te encontré...
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