24 de marzo de 2006

Venga, una poesía.

Rodando a goterones solos,

a gotas como dientes,

a espesos goterones de mermelada y sangre,

rodando goterones,

cae el agua,

como un espada en gotas,

como un desgarrador río de vidrio,

cae mordiendo,

golpendo el eje de la simetría, pagndo en las

costuras del alma,

rompiendo cosas abandondas, empapando lo

oscuro.

Solamente es un soplo, más húmedo que el llanto,

un líquido, un sudor, un aceite sin nombre,

un movimiento agudo,

haciéndose, espesándose,

cae el agua,

a goterones lentos,

hacia su mar, hacia su seco océano,

hacia su ola sin agua.



Veo el verano extenso, y un extertor saliendo de

un granero,

bodegas, cigarras,

poblaciones, estímulos,

habitaciones, niñas

durmiendo con las manos en el corazón,

soñando con bandidos, con incendios,

veo barcos,

veo árboles de médul

erizados como gatos rabiosos,

veo sangre, puñales y medias de mujer,

y pelos de hombre,

veo camas, veo corredores donde grita una virgen,

veo frazadas y órganos y hoteles.


Veo los sueños sigilosos,

admito los postreros días,

y también los orígenes, y también los recuerdos,

como un párpado atrozmente levantado a la fuerza

estoy mirando.


Y entonces hay este sonido:

un ruido rojo de huesos,

un pegarse de carne,

y piernas amarills como espigas juntándose.

Yo escucho entre el disparo de los besos,

escucho, sacudido entre respiraciones y sollozos.

Estoy mirando, oyendo,

con la mitad del alma en el mar y la mitad del alma

en la tierra,

y con las dos mitades del alma miro al mundo.

Y aunque cierre los ojos y me cubra el corazón

enteramente,

veo cer un agua sorda,

a goterones sordos.

Es como un huracán de gelatina,

como un catarata de espermas y medusas.

Veo correr un arco iris turbio.

Veo pasar sus aguas través de los huesos.



AGUA SEXUAL de Pablo Neruda

1 comentario:

Anónimo dijo...

bonita poesía de un gran escritor