Por Luis Peralta
SALTILLO, COAH., ENE 16, 2006 (VANGUARDIA).-
Cada semana que pasa llegan nuevas noticias, y lo último sobre el
café es el mejor chisme. Ahora se dice que una taza de café
podría erradicar la tristeza; convertirlo en un mejor atleta; y
protegerlo contra la diabetes, la enfermedad de Parkinson, las
piedras en los riñones y varios tipos de cáncer.
Por ejemplo, investigadores del Instituto de Enfermedades
Digestivas, de Estados Unidos, encontraron que el hábito de
dos tazas de café al día puede reducir de manera significativa el
riesgo de enfermedad crónica del hígado.
Y si los beneficios continúan creciendo, esta bebida podría
llegar a ser vista como una de las más saludables descubiertas
en los últimos tiempos.
Es un giro de 180 grados con respecto a un pasado no tan
distante, cuando el café fue culpado de todo tipo de
padecimientos, que iban desde el cáncer pancreático hasta
arritmias fatales del corazón y altos niveles de colesterol.
¿Qué es lo que ha hecho que los expertos reconsideren los
pros y los contras del café?
Las malas noticias que se divulgaron sobre el café han sido
refutadas por estudios más grandes y más rigurosos, que han
llevado a la conclusión de que los estudios preliminares
estaban equivocados”, dice Manfred Grover, un nutriólogo de la
Universidad Estatal de Pensilvania, quien desde hace más de
20 años ha estado rastreando los efectos de la cafeína.
“Lo que sucede es que los amantes del café tienen una alta
probabilidad de incluir en su vida hábitos muy dañinas para la
salud, como fumar y beber en exceso, por eso el café ha sido
falsamente incriminado”, dice Grover.
EL MEJOR DE LOS PROTECTORES
Los beneficios del café a la salud no están todavía totalmente
probados, sobre todo en el caso de los adictos a este alcaloide,
que pueden beberse más de 10 tazas al día.
De hecho, el café no es totalmente benigno. A las mujeres
embarazadas todavía se les dice que se abstengan de tomarlo,
dado que hay preocupación de que más de dos tazas al día
podrían inducir la muerte del feto.
Y demasiada cafeína puede perturbar los estómagos
sensibles, incrementar las agruras y hacer que la gente se
enoje con demasiada facilidad o que no pueda dormir.
“Pero si usted ya está bebiendo cinco o seis tazas al día, le será
muy difícil encontrar a alguien que le dé una razón por la cual
deba reducir el consumo”, dice Walter Willet, director del
Departamento de Nutrición de la Escuela de Medicina de
Harvard, que ha dedicado muchos años a la investigación del
café.
Los expertos en nutrición, como Willet, señalan que, al igual que
el té, el café es rico en antioxidantes —sustancias presentes en
las verduras y en las frutas, que desactivan los subproductos
del metabolismo que pueden causar enfermedades, deteriorar
las células del cuerpo y acelerar el proceso de envejecimiento.
“El café es por mucho la fuente más grande de antioxidantes de
nuestra alimentación”, asegura Joe Vinson, profesor de química
de la Universidad de Scrampton en Pensilvania.
Y eso no sólo se debe a la cantidad de café que uno puede
beber. En pruebas llevadas a cabo, el café estuvo en la parte
superior de la lista de alimentos con la mayor concentración de
antioxidantes, dejando atrás a los arándanos (blueberries), al
brócoli y a la mayoría de los productos vegetales.
Únicamente el chocolate, las frutas secas y los frijoles tienen
más antioxidantes que el café.
LA CONEXIÓN NATURAL
La malquerida cafeína parece ser también una sustancia
protectora para el cerebro. Y más allá de activar la mente, sobe
todo en la mañana, la cafeína podría servir como un
antidepresivo —o al menos eso es lo que han encontrado los
investigadores.
Un estudio de Harvard que incluyó 80 mil personas encontró
que aquellas que tomaron dos o tres tazas de café al día,
redujeron su riesgo de suicidio en un 30 por ciento.
Y la cafeína ha demostrado en varios experimentos con
animales, que es capaz de inhibir la destrucción de las células
cerebrales asociadas con la enfermedad de Parkinson.
En un estudio de 30 años realizado en Hawai, que incluyó 8 mil
personas, se encontró que los consumidores de café tenían de
48 a 84 por ciento, menos probabilidades de ser
diagnosticados con la enfermedad de Parkinson.
Otro estudio realizado en Estados Unidos dio a conocer
resultados similares y no sólo con el café sino con otras
bebidas que contienen cafeína, entre ellas el té y los refrescos
de cola.
En otras partes del cuerpo, aparte del cerebro, la cafeína reduce
la fatiga muscular y eleva la velocidad y la resistencia de los
atletas —por largos periodos. Esta es la razón por que los
corredores, desde hace mucho, usan el café para lograr una
mayor ventaja competitiva.
Los fisiólogos deportivos atribuyen la potencia de la cafeína a
su habilidad para activar la liberación de adrenalina, la cual a su
vez "despierta" las fibras musculares y promueve la creación de
energía a partir de los ácidos grasos. La cafeína también
estimula la activación de la vesícula biliar —lo cual podría
explicar por qué los bebedores habituales de café sufren de
menos piedras en los riñones.
CONTRA LA DIABETES Y EL CÁNCER
Estudios estadounidenses, finlandeses y suecos, sugieren que
el café, descafeinado o no, reduce el riesgo de desarrollar la
diabetes tipo 2.
En este sentido hay una relación clara entre “dosis y respuesta”:
entre más café beba, más seguridad tiene de alejar la diabetes.
El potasio, la niacina, el magnesio, los ácidos clorogénicos y
los tocoferoles, son algunos de los nutrientes del café que los
científicos sospechan que contribuyen a reducir el riesgo de
diabetes.
El café también parece proteger contra varios tipos de cáncer.
Por ejemplo en Japón, donde el cáncer del hígado es un
asesino importante, un estudio realizado a 90 mil personas
encontró que aquellas con el hábito del café, reducían a la mitad
las probabilidades de desarrollar cirrosis y cáncer del hígado.
El alto consumo de café también ha sido vinculado a una
incidencia menor de cáncer de la vejiga, una enfermedad propia
de los fumadores.
¿Y qué hay de los viejos temores de que el café promueve
enfermedades del corazón? Los estudios más grandes y más
duraderos, tanto en Estados Unidos como fuera de ese país,
sugieren que el café no tiene efectos cardiovasculares nocivos
—aun si se tomaran seis u ocho tazas al día.
Finalmente, ¿es el café adictivo? Puede ser, pero ¿cuál es el
problema? Con todo lo que ahora se ha dicho de él, nadie
necesita preocuparse por eso.
U.S. News
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